Para elegir el sofá que se adapte a tu físico sólo hay que seguir unos sencillas recomendaciones.
Los pies deben tocar el suelo cuando tenemos la espalda apoyada en el respaldo; quedando la parte baja de la misma en completamente contacto con el respaldo.
El borde del asiento del sofá no debe de presionar la zona posterior de la rodilla y los reposabrazos deberían quedar a la altura del codo.