No hay dos pieles iguales. Esto da autenticidad a tu sofá. Los sofás de piel, No existen dos pieles idénticas, cada pieza siempre es ligeramente diferente y tiene su propia estructura de grano, elasticidad y matices de color. Esto, sin duda, aporta autenticidad a tu sofá sin comprometer su belleza, que irá evolucionando con el paso de los años. Sin embargo, los sofás de piel necesitándoles mantenimiento. A continuación, os damos consejos para mantener un sofá de piel y explicamos la características de este tipo de tapizados.
Características de un sofá de piel
Es habitual que el aspecto de la piel varíe gradualmente. Principalmente depende de la flexibilidad de los asientos, el clima y el uso que le demos.
Por ese motivo es tan importante realizar un correcto mantenimiento.
¿Cómo cuidar un sofá de piel?
Lo primero que debemos tener en cuenta es que no hacer la limpieza con productos demasiado agresivos. Así que, cuando quieras limpiar tu sofá, te recomendamos usar un kit de limpieza específico para piel de tapizado.
Durante el verano la hidratación de los sofás de piel es importante. Debido al nivel de humedad y a las altas temperaturas, la piel puede comenzar a quebrarse. Hidrata la piel antes de que tu sofá presente estos primeros signos.
Además el polvo es también un factor de riesgo. Si no se retira con frecuencia se incrusta en el tejido, sobre todo en asientos acolchados y en costuras. Para retira el polvo utilizando una aspiradora con un adaptador de cepillo suave. También puedes usar un paño humedecido sobre la superficie tapizada.
¿Con que frecuencia deberíamos limpiar un sofá de piel?
Al menos una vez al año eliminar el polvo y pequeña suciedad acumulada. Recuerda utilizar productos específicos.
En caso de manchas, debemos eliminarlas inmediatamente para evitar que penetren de forma permanente. No utilices ningún método de limpieza sin antes absorber la mancha con un paño o esponja, pero sin frotar.
Como eliminar manchas de un sofá de piel
Las habituales suelen ser de humo, pintura, pintalabios, azúcar, leche, sangre, orina, barro y grasas.
Para limpiar todos anteriores, menos las de grasa, coloca un poco de producto específico para la limpieza de piel en un esponja. También puedes usar una mezcla 5% jabón neutro y agua fría. Efectúa pequeños toques sobre la mancha y retira el producto aplicado con ayuda del paño seco. Evita frotar o rascar para no dañar la piel. Luego aclara la esponja en agua y pásala por la superficie donde estaba la mancha pare retirar el excedente del producto. Si has efectuado con frecuencia el mantenimiento preventivo, eliminarás con más facilidad la mayor parte de las manchas ya que la piel estará mejor protegida.
En el caso de las manchas de grasa actual lo más pronto posible e intentar absorber con papel la mancha. Puedes usar una toalla de papel o servilletas aplicadas con suavidad, nunca apretar para evitar que la mancha penetre y se extienda. Luego, simplemente utiliza el mismo protocolo de limpieza que utilizamos para el resto de tipos de manchas.
Para más información estamos a tu disposición en Apesteguía sofás.